Pero todo se vino abajo cuando mis padres se separaron. Mi apoyo incondicional, las personas que más quería se habían dejado de querer. Deseaba que fuera una pesadilla, pero no, era una realidad.
Ya os imagináis lo que pasó. Mi mundo se derrumbó, empecé a descuidarme y mis notas cayeron en picado. Los castigos se sucedían y mis amigos dejaron de pedirme consejo, es más, se distanciaron de mí. Entonces empecé a salir con otra gente, a la que yo, con un lenguaje equivocado llamaba "amigos".
Al principio pensé que les daba pena y que se preocupaban por mí, pero luego empezaron a ofrecerme tabaco y de ahí seguí con las drogas, Todo me daba igual, ya no me importaba absolutamente nada. También dejé de comer, no tenía apetito, me quedé anoréxica y mis piernas apenas me respondían.
Un día, a la salida del instituto, un hombre me dijo que tenía una empresa de modelos y que si quería formar parte de ella. Acepté. No tenía nada que perder, pero tampoco de ganar, más bien tenía cosas que ganar, porque al fin y al cabo tampoco iba a sacarle ningún partido al instituto. No me fue del todo mal, ganaba dinero; poco, pero ganaba.
Pero un mal día enfermé. Mis excesos habían llegado a su punto máximo, me expulsaron de la empresa y acabé en la calle, donde estoy ahora, mendigando y pasando frío por las noches, tapada con apenas un par de cartones. Me estoy muriendo, ya lo sé, pero lo peor es que estoy sola, sin nadie que pueda cerrar mis ojos para que de una vez por todas pueda descansar en mi gran sueño final.
SARA
Mi objetivo: daros a entender la importancia de los padres en nuestras vidas.
Tienes toda la razón Sara, así es como empieza el deterioro de una persona y cuanto más jóven,
ResponderEliminarmás expuesta a los peligros que representan tantos y tantos desalmados que pululan por esta sociedad nuestra.
Besos, para esta potencial escritora.